Los profesores de México desde hace años alzamos la voz en contra de una política educativa que no ha respondido a la altura de la necesidades sociales.
Hemos manifestado nuestra inconformidad sobre las pésimas condiciones en las que se encuentran miles de escuelas, también se han evidenciado las pésimas condiciones en las que trabajan los profesores en las comunidades rurales e indígenas, no está de más recordar —aunque ya un sin número de estudios lo han puesto en evidencia— la extrema pobreza que sigue imperando sobre las familias a lo largo y ancho de nuestro país.
Aun con todo lo que se ha demostrado y documentado, la política educativa —diseñada a la altura de la clase política— sigue imponiendo un modelo que no corresponde con la realidad de nuestro país. Hace apenas unos días el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico señaló que nuestro país destina 2 mil 600 dólares mientras que el promedio en la organización es de 8 mil, un dato que para nada inquieta, porque para la clase política la educación no se considera como una inversión, sino como un gasto.
Y la forma más acertada que han encontrado es la privatización, una salida, que ademas de descargar al Estado de los gastos públicos, también es la oportunidad para los "coyotes" de la educación.
La apuesta para la clase política es cambiar la estructura laboral y con ello desmantelar el sindicato más grande de América Latina, por eso no importa cuanto se gaste, cuanto se invierta para llevar a cabo el examen a los profesores, por eso se ha utilizado la amenaza, el hostigamiento, se ha difundido miedo a los docentes que no acepten el examen, en eso al Estado, según dicen, no le temblará la mano para hacer valer el "Estado de Derecho".
Es extraño y contradictorio pero nuestra clase política no se preocupa por invertir en la educación de nuestro país, al contrario cada año el presupuesto se reduce cada vez mas. Sin embargo, cosa extraña es la inversión sorprendente que están haciendo para imponer el examen a los docentes —una acción de esa envergadura debe causarnos duda—.
Sucede que el gobierno no sólo está pagando hoteles a los profesores, también traslado, alimentación, y todo tipo de artimañas para lograr la aplicación de la prueba. Aunado a esto la movilización de militares, federales, y todo tipo de gendarmería —como si estuviéramos en guerra— para desactivar las movilizaciones de los profesores inconformes con esta imposición que violenta los derechos que históricamente han logrado.
Nuestras autoridades educativas están haciendo el gasto más grande de la historia de nuestro país al intentar aplicar a toda costa un examen a los docentes.
Ante esto vale la pena preguntarnos:
¿Cuanto nos está costando a los ciudadanos el capricho de la clase política que trata a toda costa imponer un examen a los docentes? ¿Acaso no es absurdo que el Estado pretenda aplicar un examen a los docentes cuando cada uno de estos presentó y aprobó una evaluación para la obtención de su plaza?
Es posible que mañana muchos profesores observen desde los distintos medios, desde la comodidad de sus hogares lo que sucederá con Oaxaca, otros más estaremos apoyando desde nuestras bases en las ciudades donde nos encontremos como el caso de Chiapas que ya se prepara estratégicamente.
No sabemos que sucederá mañana, lo cierto es que serán muchos los espectadores, pero estoy seguro que seremos mas los protagonistas que participaremos en esta lucha que será decisiva.
Compañero profesor no esperes que otros peleen por ti, es el momento de demostrar a la clase política que no permitiremos que se violenten nuestros derechos.
No te quedes observando, no permitas que otros cuenten la historia por ti, porque hoy la oportunidad es tuya...
Participa porque es tu momento histórico para demostrar a la clase política que el país es nuestro, que no permitiremos mas injusticias.
Por un magisterio libre y democrático... ¡Patria o muerte! ¡Venceremos!!!!!!!
Morgan 2015
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