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domingo, 14 de julio de 2013

El Consejo Escolar: Teorías gerenciales neoliberales desplazando a la pedagogía en la escuela Armando Azpeitia Díaz



 Distribuido por la Secretaría de Educación Pública se encuentra en circulación electrónica la Guía de Trabajo denominada “El Consejo técnico Escolar: una ocasión para el desarrollo profesional docente y la mejora de la escuela”, Educación Básica, preescolar, primaria y Secundaria. Con este material trabajarán los maestros el taller de inicio de ciclo escolar, antes conocidos como TGA y se inserta en el marco de la estrategia del Gobierno federal para la implantación de la reforma educativa en las escuelas a partir del ciclo escolar 2013 – 2014.
La guía va acompañada de los lineamientos de funcionamiento y pretende cubrir varios propósitos: por una parte sensibilizar a los docentes para que acepten y den por hecho la reforma educativa y sus leyes secundarias, aun cuando éstas aun no han sido aprobadas e informarles de las nuevas disposiciones, así como hacerlos implícitamente coparticipes de las mismas induciéndolos a generar actividades para que estas funcionen.
Otro de sus propósitos es poner en funcionamiento a directores y supervisores quienes de ahora en adelante serán los encargados de impartir estos talleres y para quienes la reforma educativa les tiene reservadas facultades fiscalizadoras sobre el trabajo docente, a la vez que desplaza a figuras que la SEP considera obsoletas como son los Jefes de Sector, Jefes de Enseñanza y Asesores Técnico pedagógicos, destinados a desaparecer gradualmente o a reducirse a su máxima expresión.
Finalmente al inicio del ciclo escolar 2013 – 2014 el SNTE ha quedado completamente desplazado de la toma de decisiones con lo cual se rompe la bilateralidad en las relaciones laborales. Así, ha sido excluido del establecimiento de los días laborales del Calendario escolar y en las consideraciones del Acuerdo que establece este calendario se señala abiertamente que el establecimiento del calendario escolar es facultad exclusiva de la SEP.

 Pero por las atribuciones que el documento adjudica al Consejo Técnico Escolar éste abordará asuntos técnicos, retos operativos de la escuela, toma de decisiones, elaboración de la planeación, seguimiento, evaluación y autoevaluación del plan estratégico de la escuela, entre otros. En suma, se trata de la introducción de una concepción técnica gerencista en la escuela, desplazando en el fondo el análisis de los problemas pedagógicos.
Retomado del los modelos administrativos de los Consejos de empresa, el Consejo Escolar resulta una instancia para la toma de decisiones en el marco del modelo educativo neoliberal por competencias cuyas tareas y máximas preocupaciones derivarán en actividades para alcanzar las competencias y los estándares, en esa concepción reduccionista e inmediatista de los aprendizajes esperados. Los consejos escolares se asemejan al consejo directivo de empresa que resuelve problemas de producción y calidad estandarizada. Es en esencia una copia de los Consejos directivos de escuela y de los Consejos Educativos Distritales de los Condados de Estados Unidos y del modelo mercantilista de la educación chilena, que en aquellos lugares desarrollan una feroz competencia por las subvenciones del estado así como por la captación de clientes (alumnos) para capitalizar el mercado educativo. En la dinámica de los Consejos Escolares, de acuerdo a la experiencia internacional, no se mueven las teorías de las ciencias de la educación con el mismo peso que el de la ciencias económico – administrativas; el constructivismo, la evaluación formativa, las teorías socioculturales de la educación, así como las teorías de la educación intercultural, son minimizadas y subordinadas por las ciencias de la administración, la estandarización y los indicadores de calidad.
Por su parte el colegiado docente que proviene de las teorías participativas y horizontales se suplanta por la imposición piramidal y jerarquizada de la organización educativa.
Parte central del documento consiste en convencer al maestro de lograr una “mínima normalidad académica en la escuela” entendida esta como la meta de lograr realmente los 200 días de clases efectivas frente a grupo. En otras palabras, le están diciendo al maestro que no habrá más permisos, que se acaban los programas socioculturales, las clausuras, las reuniones sindicales, así como todo tipo de eventos sociales. Sin embargo: ¿Se puede lograr una mínima normalidad académica sin una mínima normalidad institucional en el conjunto de la estructura de la SEP en los estados? ¿Sin una mínima normalidad democrática en la sociedad?, ¿en las relaciones laborales sindicales? – Porque la escuela se encuentra acotada por los requerimientos oficiales, sindicales y hasta políticos por parte de sus autoridades.
Finalmente se presenta un documento más denominado: Lineamientos para la organización y funcionamiento de las escuelas de tiempo completo” las cuales se irán ampliando gradualmente hasta abandonar completamente el modelo de escuela de 6 horas para llegar al de 8 horas. Pero en ninguna parte del documento se menciona la ampliación salarial de los maestros por alargar su jornada laboral. En la implantación de estas medidas las autoridades cuentan con la complicidad del SNTE quien pactando su sobrevivencia a espaldas de la base ve como sus facultades desaparecen conjuntamente con nuestros derechos laborales. Solo la Coordinadora Nacional de Los Trabajadores de la Educación representa en estos tiempos una alternativa de resistencia frente a las imposiciones del estado neoliberal
 

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